sábado, 21 de junio de 2008

Oposiciones y pasitos

All my pens

Ultimamente no he tenido mucho tiempo para actualizar el blog, ya que el día 25 es el primer examen de oposiciones y he estado ocupada repasando mis apuntes.
Así que entre los exámenes y los primeros pasitos (agarrada a las manos) de Aitana no he podido escribir nada.
En cuanto acabe el examen prometo escribir la tercera y última parte del embarazo de mi hija, que no me he olvidado. Y contaros algo más sobre la aventura de aprender a caminar.

Deseadme suerte!

lunes, 2 de junio de 2008

Fiebre...


El sábado fue la primera noche que salí desde que nació Aitana. Ella se quedó con papá mientras yo me iba de cena. Mi prima se casa, así que no podía faltar a su despedida de soltera. Lo pasé genial, pese a que no paraba de mirar el móvil, por si papá pedía socorro. Al principio fue bien, Aitana se despertó un par de veces pero volvió a dormirse en brazos de su papi. Pero a las 5 de la mañana se despertó y ya no quiso dormir más hasta que yo llegué. No pude evitar sentirme fatal...

El domingo por la tarde, al despertar de la siesta la noté caliente. Tenía fiebre. En 10 meses es la primera vez que ha enfermado, y curiosamente ha sido tras la primera vez que nos hemos separado más de 2 horas. No puedo evitar relacionar estos dos hechos. ¿Casualidad? ¿O causalidad?

Esto me ha hecho pensar en lo rápido que enferman los niños y niñas cuando comienzan a ir a la guardería. ¿Enferman por la proliferación de virus y bacterias en los centros? ¿O se debe a la separación prematura de sus familiares? Tal vez sea un poco de todo. Somatizamos enfermedades que sólo existen en nuestra cabeza. Eso, los adultos, que disponemos de herramientas para reflexionar y meditar sobre nuestros problemas, nuestros miedos y angustias. ¿Qué herramientas posee un bebé para asimilar el dolor y el pánico que siente al no saber si mamá volverá a aparecer cuando le dejan en la guardería? Esa angustia ha de "salir a flote" de alguna manera, en forma de despertares nocturnos, pesadillas o tal vez de enfermedad.

Quizá sea casualidad, pero ¡qué casualidad!, que la primera vez que me separo de mi niña sea la primera vez que tiene fiebre. Me marcho a darle mimitos y mucho amor para que se cure.